La revictimización en las entrevistas de Trabajo Social

La revictimización en las entrevistas de Trabajo Social representa un problema que, aunque a menudo puede pasar desapercibido, tiene un impacto de gran dimensión en la vida de las personas afectadas.

TRABAJO SOCIAL

12/19/20249 min read

Trabajador social
Trabajador social

El porqué de esta entrada

Hace poco publiqué un comentario en la red social Linkedln (Publicación | Feed | LinkedIn), quejándome de la entrevista que nos había hecho una trabajadora social de los Servicios Sociales Municipales: “Hoy he estado en un despacho de una trabajadora social. Una mampara que le separa del usuario. Una entrevista carente de empatía. Parecía un interrogatorio policial bastante agresivo. En un momento dado, no pude esconder mi asombro y enfado. Antes de salir, me disculpé porque entiendo que si la Administración no les da recursos, poco pueden ofrecer a los demás. Pero la empatía no la da el Ayuntamiento: depende de cada persona. Trabajo Social sin empatía igual a decepción”.

Cuando entramos en su despacho, yo me presenté como trabajador social que interviene en el proceso de integración sociolaboral del joven inmigrante en situación de vulnerabilidad. Llevaba mi informe social y demás documentos. Cuando empecé a contextualizar el caso, la trabajadora social me cortó y me dijo que ella prefería hablar directamente con el joven, a pesar de que le había advertido que el joven está aprendiendo el castellano y lleva poco tiempo en España. La situación rozaba la ridiculez: preguntas cortas que requieren unas respuestas precisas que no dan lugar a explicación (como en un juicio). Aquello era un diálogo de besugos, no porque el joven no quisiera contestar: es que no entendía a la trabajadora social que se había metido en el papel de autoridad. Confieso que yo mismo tuve pánico, indignación, cabreo y le pregunté: “me imagino que tú eres trabajadora social, ¿verdad?”. Reconozco que mi pregunta no fue educada, más bien provocativa. Aunque ella se molestó (era de esperar), recondujo la entrevista y me dejó explicar la situación del joven. Cuando salimos de su despacho, el joven me preguntó si esa señora era “policía secreta”. Le tuve que explicar que un mal día lo tenemos todos, que seguramente la trabajadora social había tenido un mal día. Este es el motivo de esta entrada en mi blog sobre la revictimización.

¿Qué es la revictimización?

Según Save The Children, “la victimización primaria es una consecuencia derivada de un delito. La persona siente que son vulnerados sus derechos como persona y por ello asume el rol de víctima. La victimización secundaria (o revictimización) es la respuesta que da el sistema a una víctima. Esta respuesta hace que la persona reviva la situación traumática y vuelva a asumir su papel de víctima. Esta vez no es sólo víctima de un delito, si no de la incomprensión del sistema” (Revictimización: ¿qué es y qué sucede en el caso abusos a menores?| Save the Children).

En el contexto de las entrevistas de nuestra profesión de Trabajo Social, la revictimización adquiere una relevancia particular, ya que estas entrevistas casi siempre involucran la exploración de experiencias dolorosas y traumáticas previas. La forma en que abordamos el relato de una persona puede causar un resurgimiento de esos traumas, lo que conduce a una mayor dificultad emocional para el individuo (¿Qué es la revictimización y por qué es importante evitarla? - Mejor con Salud). Podemos hacer daño a la persona sin ser conscientes de ello.

Las implicaciones emocionales y psicológicas de la revictimización son significativas. Las personas que han vivido traumas pueden experimentar síntomas de ansiedad, depresión, o estrés postraumático cuando se enfrentan a situaciones que evocan sus experiencias dolorosas. Durante una entrevista de trabajo social, si las preguntas no se manejan con cuidado, el entrevistado podría sentir que su dolor no es validado o que se le está obligando a revivir momentos difíciles sin el apoyo adecuado (¿Sabes qué es la validación e invalidación emocional?). Esto puede desembocar en un ciclo donde la víctima se siente incapaz de avanzar, perpetuando su trauma.

Si queremos hacer bien nuestro trabajo como profesionales de Trabajo Social, debemos ser sensibles, informados y conscientes de las dinámicas emocionales que pueden surgir durante nuestras intervenciones. Esto incluye preparar bien la entrevista, conocer la cultura y la demanda de la persona, crear un ambiente seguro y de confianza, donde el entrevistado sienta que tiene el control sobre su historia. Así, podemos minimizar el riesgo de causar más daño y fomentar un proceso de sanación y recuperación más constructivo (✅ Cómo hacer una entrevista en Trabajo Social de 10 - Victor Nieto).

Causas de la revictimización

La revictimización en contextos de entrevistas de Trabajo Social es un fenómeno complejo que puede surgir por diversas causas:

  • La falta de formación adecuada de los profesionales involucrados. Muchos trabajadores sociales pueden no recibir la capacitación necesaria para manejar situaciones delicadas que involucran a víctimas de trauma. Esto puede llevar a que, en su intento de recopilar información, realicen preguntas o adopten enfoques que desencadenan recuerdos dolorosos en los entrevistados, causando así una nueva victimización.

  • Los protocolos inadecuados en la realización de entrevistas. Cuando no existen procedimientos estandarizados que guíen a los profesionales sobre cómo conducir entrevistas respetuosas y empáticas, el riesgo de generar incomodidad o angustia puede incrementarse. Es esencial que cada entrevista se realice en un ambiente seguro y controlado, donde los participantes sientan que tienen el control sobre la información que deciden compartir con nosotros.

  • La falta de sensibilidad en el enfoque de la entrevista. A menudo, el lenguaje utilizado o la actitud mostrada por el entrevistador pueden no reflejar la empatía necesaria hacia la situación del individuo (7 características de las personas carentes de empatía). Una falta de vínculo entre el profesional y el entrevistado puede resultar en respuestas que no solo son insatisfactorias, sino también dañinas. Yo creo que sigue siendo necesario que los trabajadores sociales desarrollemos habilidades interpersonales y emocionales que nos permitan abordar cada caso con la sensibilidad que merece.

  • El sincericidio en las intervenciones: nos referimos a un tipo de honestidad que, lejos de ser constructiva, se convierte en una herramienta destructiva y, en ocasiones, dolorosa. Pone de manifiesto una ausencia de moderación y sensibilidad en las interacciones humanas. Para no caer en el sincericidio, es importante que los trabajadores sociales desarrollemos herramientas y estrategias efectivas que incluyan la práctica de la escucha activa y el uso de preguntas abiertas que fomenten una discusión más rica y matizada. Además, la autorreflexión y la supervisión profesional pueden servir como mecanismos de apoyo para que analicemos nuestras propias interacciones, asegurándonos de que nuestra honestidad no comprometa nuestra ética ni la relación con nuestros clientes (Sincericidio: la delgada línea entre la honestidad y la falta de empatía | Reflexiones sobre la vida).

Impacto psicológico de la revictimización

La revictimización en las entrevistas de trabajo social puede tener consecuencias profundas y duraderas en la salud mental de las personas afectadas. Cuando las víctimas se enfrentan nuevamente a preguntas o situaciones que rememoran su trauma, experimentan lo que se conoce como reexperimentación del trauma (Reexperimentación | Doctuo), un fenómeno que puede provocar una serie de síntomas psicológicos. Uno de los efectos más comunes es el desarrollo de síntomas de ansiedad. Las víctimas pueden experimentar un estado constante de preocupación, nerviosismo o agitación, lo que dificulta su capacidad para interaccionar con los demás, incluidos profesionales de trabajo social. Este tipo de ansiedad no solo afecta al individuo en las entrevistas, sino también en otros aspectos de su vida, como sus relaciones interpersonales y su desempeño laboral.

Asimismo, la depresión es un resultado frecuente de la revictimización. Los individuos que pasan por este tipo de experiencias pueden sentirse despojados de su autoestima y desesperanzados, lo que finalmente puede llevar a pensamientos negativos sobre su futuro. Esta depresión no siempre es evidente para quienes rodean a la víctima, lo que puede complicar su proceso de recuperación y su acceso a la ayuda adecuada.

Por último, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) es otra consecuencia de la revictimización. Las personas pueden revivir el trauma a través de flashbacks o pesadillas, lo que interfiere significativamente con su vida diaria. Es esencial que los profesionales de trabajo social sean conscientes de estos síntomas y se adhieran a prácticas sensibles que minimicen la posibilidad de revictimización, fomentando así un espacio seguro donde las víctimas puedan compartir sus historias sin temor a revivir el dolor que ya han enfrentado.

La importancia de la empatía en nuestras entrevistas

Nadie de nuestra profesión de Trabajo Social duda de que la empatía desempeña un papel fundamental en nuestra intervención, especialmente cuando interactuamos con personas que han vivido situaciones traumáticas. Este enfoque empático no solo ayuda a establecer una relación de confianza entre nosotros y la persona entrevistada (Claves para una entrevista efectiva en Trabajo Social – iTrabajoSocial), sino que también permite a los profesionales entender mejor las experiencias y emociones de los individuos. Al demostrar empatía, los trabajadores sociales podemos conseguir una comunicación efectiva, lo que es esencial para obtener información relevante y precisa durante el proceso de entrevista.

Desarrollar habilidades empáticas es un proceso continuo que requiere práctica y autoconocimiento (Las 8 estrategias para desarrollar la Empatía). Una recomendación clave es la auto-reflexión, donde los trabajadores sociales analizan sus propios sentimientos y prejuicios que podrían influir en su capacidad de escuchar y comprender a los demás. La formación en habilidades interpersonales y técnicas de escucha activa también se considera fundamental. La escucha activa implica no sólo oír lo que la persona está diciendo, sino también captar el lenguaje corporal y el tono de voz, lo que puede proporcionar información adicional sobre el estado emocional del entrevistado.

Además, es útil que los trabajadores sociales utilicen herramientas de comunicación no verbal (Tipos de comunicación no verbal: definición y ejemplos). Un lenguaje corporal abierto, contacto visual apropiado y gestos afectuosos pueden crear un entorno más acogedor y seguro para los entrevistados. Al mostrar una actitud genuinamente interesada, podemos disminuir la ansiedad y el temor que a menudo acompañan las entrevistas para personas con experiencias difíciles.

Por último, el uso de técnicas específicas, como las preguntas abiertas, permite que los entrevistados se expresen más libremente sobre sus vivencias, contribuyendo así a un diálogo más fluido y honesto. Fomentar la empatía en cada etapa del proceso de la entrevista no solo mejora la calidad de la información recopilada, sino que también proporciona apoyo emocional a quienes han sido impactados por el trauma, ayudándoles a sentirse valorados y escuchados.

Prácticas aconsejables en nuestras entrevistas

La revictimización en el contexto de las entrevistas de nuestra profesión de Trabajo Social es un fenómeno preocupante que requiere la revisión de nuestros protocolos y prácticas adecuadas para garantizar que los entrevistados sean tratados con el respeto y la sensibilidad que merecen. En este sentido, pienso que es fundamental establecer un ambiente seguro que permita a la persona expresar sus experiencias sin temor a ser juzgada o a revivir el trauma. Para lograrlo, se recomienda iniciar la entrevista con un enfoque centrado en la persona, que incluya una breve presentación del entrevistador, así como una explicación clara de los objetivos y el proceso de la entrevista (circulares_63_1473159634.pdf).

Es importante utilizar un lenguaje accesible y detenerse a verificar que el entrevistado se sienta cómodo y comprendido. Los entrevistadores, en general, deben ser capacitados en habilidades de escucha activa, mostrando empatía y validando las emociones del entrevistado. Por ejemplo, utilizar declaraciones como "entiendo que esto puede ser difícil de compartir" puede ayudar a normalizar la experiencia del entrevistado y crear un clima de confianza.

Debemos establecer límites claros respecto a la información que se compartirá y cómo se almacenará. Esto no solo ofrece seguridad al entrevistado, sino que también fomenta un sentido de control sobre su narrativa. Las preguntas deben plantearse de manera que prioricen la experiencia del entrevistado, evitando interrogatorios intensivos que puedan re-traumatizar a la persona. Un formato de entrevista semiestructurada, en el que se combina la flexibilidad con un guion claro, puede ser más efectivo en este contexto.

Conclusiones sobre la revictimización en el desarrollo de nuestra profesión

La revictimización aparece cuando agravamos el daño sufrido por una víctima de violencia a causa del trato poco empático que le damos después del incidente original. Esta situación no solo puede ocurrir durante las intervenciones judiciales o policiales, sino también durante las entrevistas de distintos profesionales.

En el caso de nuestra profesión de Trabajo Social, la revictimización en nuestras entrevistas representa un problema que, aunque a menudo puede pasar desapercibido, tiene un impacto significativo en la vida de las personas afectadas. La naturaleza intrusiva de nuestras entrevistas, combinada con la vulnerabilidad de los entrevistados, puede perpetuar traumas en lugar de ofrecer el apoyo y la rehabilitación que se busca (Psicología de la rehabilitación: recuperación y bienestar | Colegio de Psicólogos SJ). Es esencial reconocer la responsabilidad que tenemos los profesionales de Trabajo Social en este contexto y la necesidad de adoptar enfoques que prioricen la dignidad y el bienestar de las personas que acompañamos en sus itinerarios vitales.